La Casa Montserrat, pegada al edificio de la Casa Sayrach, fue construida en estilo modernista, cuando éste ya había pasado de moda. El arquitecto Manuel Sayrach regaló, de recién casados, la casa a su esposa Montserrat Fatjó del Xiprés. En homenaje a su enlace podemos ver en el vestíbulo dos letras M (iniciales de Manuel y Montserrat) con una estrella de mar en el centro.
Además de las formas sinuosas de la fachada, destaca especialmente el vestíbulo, donde el arquitecto volcó su imaginación, así como su afición por el teatro i la literatura. Las paredes están decoradas con unos grandes cortinajes simulando el telón de un teatro, donde se representa la gran obra de la vida: Se abre el telón y sale a escena la vida, en el medio donde se inició: El mar (representado en el techo). A continuación la evolución de las especies, que surgen del mar y se refugian en la tierra, simbolizada por la cueva, al fondo del vestíbulo, enmarcada por dos columnas jónicas que simbolizan la civilización. La pared de la escalera está pintada con unos cortinajes que dan la sensación de continuidad hasta el infinito (como el amor de Manuel hacia su mujer). En la reja de la puerta podemos ver una gran M y una semilla de ciprés (en alusión a Montserrat Fatjó del Xiprés).
El propio Sayrach diseñó los dos asientos con forma de chapa de botella, destinados a esperar la llegada del ascensor, dando con ello la idea de reutilización o reciclaje, muy avanzada a su época.
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