Edificio de planta baja y cinco plantas piso diseñado en el más puro estilo Granell, con una planta baja simétrica con la puerta de acceso en el centro y dos aberturas a cada lado para comercios. Las dos plantas siguientes con cuatro aberturas compartiendo sendos balcones corridos. La tercera y cuarta plantas son similares a las anteriores excepto en los balcones distribuidos de dos en dos. La quinta y última planta es la más decorada, con balcón individual por cada abertura, dinteles decorados con unos grandes lirios, laterales de cerámica y culminada con arcos que inician el coronamiento compuesto por barandilla de piedra cincelada y pináculos que parten de unas falsas columnas.
Son especialmente destacables los dinteles de las aberturas de las plantas decorados con cabezas de hadas, con sus largos cabellos, y motivos vegetales o en la última planta con unos grandes lirios. También es notable la decoración del vestíbulo, con arrimaderos de cerámica, cenefas esgrafiadas, el techo pintado con otra hada con palomas y la puerta-cristalera de colores.
Por todo ello, aunque los planos están firmados por el maestro de obras Josep Graner, se considera una obra proyectada por el arquitecto Jeroni Ferran Granell, igual que la casa de enfrente (Bailén 127), con características muy similares.
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