Desde su inauguración la Sala lleva el nombre de Albéniz como homenaje al compositor, veranente ilustre de la población. En esta sala se realizaban los conciertos, bailes, fiestas, tómbolas, exposiciones y todo tipo de actividades culturales y recreativas.
La sala, con capacidad de hasta 320 personas, presenta pilastras, capiteles y falsos arcos diafragma de yeso. El marco del escenario está decorado con guirnaldas, elementos vegetales y florales con un gran rostro femenino en el centro. Las aberturas cuentan con cristaleras de colores con motivos florales.
En 1987, empezaron las obras de la primera rehabilitación.
Entre los años 2009 y 2010 se ha llevado a cabo la última reforma, bajo la dirección de los arquitectos Jaume Carné y Valeri Mas y la colaboración de Àlvar Suñol en la pintura actual.