El local se inauguró como Café de la Ópera en 1929 por Antoni Dòria y sigue regentado por la misma familia. Anteriormente, fue una chocolatería y restaurante llamada La Mallorquina propiedad del gallego Manuel Docampo que encargó la decoración del interior a Amigó entre 1880 y 1889. Anteriormente, en la década de 1860 estaba la Confitería la Pampa. Parece que parte de la decoración de los paneles podría ser también de la época de la Confitería. En 1992 se abrieron dos salones en el piso superior siguiendo la misma decoración.
El establecimiento está situado en la rambla, frente al Teatro del Liceo, en la parte derecha del edificio ocupando la planta baja y parte del entresuelo. El edificio fue proyectado por el maestro de obras Ramon Ribera i Rodríguez entre 1882 y 1883, con la fachada a la Rambla y la trasera a la calle n’Aroles.
La abertura está formada por dos montantes laterales que enmarcan una estructura de madera con una puerta centrada de acceso al interior del local. Los montantes laterales incorporan un zócalo de mármol y un encuadre superior de madera, decorado con motivos de talla de temática vegetal que recuerdan el modernismo. Una segunda estructura de madera se sitúa formando un dintel que sobresale del anterior y que contiene un toldo moderno con el nombre del establecimiento. En las barandillas de hierro de los balcones del piso superior, se conservan dos carteles anunciando también el establecimiento.
En cuanto al interior, el local se distribuye en una primera sala más estrecha con mesas a ambos lados y la barra esquinera al final; un segundo espacio de salón se abre más amplio, con dos columnas de hierro fundido con capiteles alargados para sostener los envigados de madera con la misma decoración. En las paredes, paneles sobre lienzo se combinan con espejos grabados al ácido, enmarcados por molduras de yeso pintadas con los mismos colores verde oscuro y hueso que encontramos también en el techo. Los paneles representan figuras femeninas que llevan cestos y flores en sus manos y, en los espejos, figuras femeninas que, por su indumentaria, podrían ser personajes de óperas.
La decoración del local es una combinación de elementos del siglo XIX, probablemente procedentes de la antigua chocolatería, con otros modernistas y de novecentistas. Destacan especialmente los paneles y espejos con figuras pintadas al ácido, diseño de Dionís Baixeras i Verdaguer, hechas en el taller de Antoni Aymat i Segimon, así como el delicado trabajo de marquetería tanto en la carpintería exterior como en los estantes interiores.
En el espacio del salón grande se conservan restauradas mesas de madera y sillas Thonet de distintas épocas. Del mobiliario también destaca el botellero de madera con un espejo central con una lira y el escudo de la ciudad grabado al ácido.
– Fuentes:
. Inventari del Patrimoni Arquitectònic. Direcció General del Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya: http://invarquit.cultura.gencat.cat/Cerca/Fitxa?index=0&consulta=&codi=42863
. Cafè de l’Opera: http://www.cafeoperabcn.com/
Protecciones:
Protección: BCIL
Nº. Registro / Catálogo: 9070-I
Disposición: Acuerdo Pleno Ayuntamiento
Fecha Disposición: 26/02/2016
Publicación: BOP
Fecha publicación: 10/03/2016
