Al entrar en el edificio nos encontramos un tramo corto de escalera que salva el desnivel entre el sótano y la planta baja, que nos conduce a un rellano-distribuidor; al frente vemos un pasillo con la puerta del ascensor y la escalera de vecinos.
A la derecha hay una puerta por la que entramos en la propia planta baja, con un pasillo que por su derecha entramos a un salón con la gran ventana que da al Passeig de Gràcia y a continuación una habitación también con ventana al paseo. Por la izquierda y a través de un arco de madera de caoba ricamente trabajado accedemos al salón-patio interior cubierto por una gran claraboya de cristales de colores y todo él recubierto de la misma madera tallada artísticamente. Desde este salón se accede, por una gran escalinata, al primer piso o principal. A continuación hay otro salón con techo de madera pirograbada y policromada y al fondo una sala semicircular que es la base de la tribuna acristalada de la fachada posterior.