La Casa Martí es el primer edificio modernista construido por Josep Puig i Cadafalch en Barcelona, por encargo de la familia política de Francesc Vilumara, industrial textil.
El edificio, de aire más europeo que catalán, destaca por los grandes ventanales ojivales con vidrieras policromadas y por la curiosa ornamentación de las ventanas y del balcón flamígero. El exterior también luce esculturas de Eusebi Arnau, hierros forjados de Manuel Ballarín y, en el pedestal de la esquina, la estatua de San José de J. Llimona.
En la planta baja se encuentra la taberna Els Quatre Gats, que fue uno de los epicentros artísticos y culturales de la Barcelona entre 1897 y 1903. Ramon Casas, Santiago Rusiñol y Pablo Picasso son algunos de los ilustres personajes que comieron y bebieron en este peculiar cenáculo inaugurado en 1897. La decoración interior fue financiada por Ramon Casas, quien pagó las lámparas circulares y el mobiliario medieval diseñado por Puig i Cadafalch. Otro de sus «regalos» fue la pintura en la que dos hombres, el dueño de la cervecería Pere Romeu y él mismo, aparecen pedaleando un tándem, el que hay en el establecimiento es una copia, ya que el original está el Museu Nacional d’Art de Catalunya.