El promotor Romà Soler i Benaprés encargó la construcción del edificio al arquitecto Gabriel Borrell i Cardona, que lo diseñó con una fachada simétrica, con un gran portal en los bajos, que abarca el semisótano y el entresuelo; en el principal destaca la tribuna centrada con terraza al piso superior; los pisos cuentan con unas aberturas centrales en la vertical de la tribuna y dos aberturas a cada lado, con balcones dobles o individuales alternativamente, excepto en el penúltimo piso que son todos dobles.
El último piso se debe a una remonta realizada en 1934, respetando el estilo de la fachada y rehaciendo el coronamiento como el anterior, incluyendo el monograma de Jesucristo, como si se tratase de una iglesia, motivado por la gran religiosidad de Romà Soler, que fue un miembro muy activo de numerosas organizaciones católicas.
La decoración es curiosa, dentro de un austero modernismo, donde se pueden ver impostas, ménsulas y gárgolas con dragones y seres monstruosos o mitológicos. Destaca además de la gran puerta de madera y rejas de hierro forjado, las cenefas con motivos vegetales, la barandilla de piedra calada de la terraza de la tribuna y las rejas y antepechos de las aberturas, de hierro forjado con sinuosidades “coup de fouet”
. Fuente:
. Del Modernismo: https://delmodernismo.wordpress.com/2014/11/14/historia-de-una-casa-casa-roma-soler-mallorca-286-y-casa-juan-furnells-gran-via-492/