En la estrecha calle del Bonsuccés, 5 del barrio barcelonés del Raval, se alza la Casa Salvador Rovira, una joya del modernismo pràcticamente desconocida. La construyó en 1902 el arquitecto Miquel Madorell i Rius. Consta de planta baja y cuatro pisos con fachada simètrica, con los balcones, de tres en tres y barandillas de forja , excepto en el primer piso, cuyo centro lo ocupa una gran tribuna de hierro forjado. Culmina el edificio una cornisa recta y el coronamiento centrado. En el interior destaca el vestíbulo profusamente decorado con arrimaderos de ceràmica, esgrafiados con ninfas, la pintura romàntica del techo y la escalera de mármol.
Podemos ver en el plano que originalmente estaba previsto que la tribuna fuera doble, comprendiendo el primer y el segundo piso.
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En la página siguiente se describe una vivienda perfectamente conservada.