El vestíbulo de la casa Tomàs Vendrell, es alargado y relativamente estrecho, con el techo decorado con una pintura representando un paisaje con bambús en primer plano, una colina con un castillos al fondo y unas golondrinas volando en lo alto. El Sol se poniéndose por detrás de la colina le da un tono rojizo a toda la escena. Una puerta cristalera, decorada con cristales policromos y motivos florales, separa el vestíbulo de la escalera. Por encima de la puerta se abre un semicírculo con reja formando sinuosidades y cristales con motivos geométricos, que permiten la entrada de la luz a la escalera.
La escalera arranca con un pilar y barandillas de hierro fundido. La puerta del principal es un ejemplo de trabajo de ebanistería, con rejas de forja y cristales policromos con motivos florales y formas redondas. Las puertas de vecinos del resto de pisos son de madera maciza y elementos de metal.