El ambicioso proyecto, que preveía una iglesia de dos naves, inferior y superior, coronadas por diversas torres laterales y un cimborrio central de 41 metros de altura quedó inacabado.
Desde 1898, año del encargo, hasta la colocación de la primera piedra, transcurren diez años, durante los cuales Gaudí estudió y elaboró el proyecto en el que utiliza una nueva técnica de cálculo de estructuras: la maqueta polifunicular o estereostàtica. Uno de los aspectos técnicos más importantes dentro de la iglesia, es el uso de la cadena o arco catenario, que tal como se había calculado sobre la maqueta, le servía para simplificar el problema de las cargas y determinar el uso de los muros exteriores en forma de paraboloides.
Otra de las grandes innovaciones de la iglesia es la introducción, por primera vez en la historia de la arquitectura, de las superficies en forma de paraboloide hiperbólico, utilizadas tanto en los muros como en las bóvedas del pórtico. Las superficies son curvas pero, al mismo tiempo, regladas, es decir trazadas a partir de rectas paralelas.
Exterior: La forma, la textura y el color de la pared de la iglesia buscan la integración del edificio con el entorno natural. Los diferentes niveles de las naves se adaptan a la inclinación del terreno y los materiales utilizados son similares a los de la montaña y la vegetación, como el ladrillo recocido y escoria de fundición, con sus colores marrones como los troncos de los pinos.
El conjunto arranca de un polígono estrellado con un muro lateral en forma de paraboloide hiperbólico. La disposición de las ventanas está pensada para dar una distribución de la luz interior más regular y la orientación de la iglesia (Norte-Sur) consigue una iluminación natural del interior durante todo el día. Para las rejas de las ventanas se aprovechan agujas de selfactinas, en homenaje a los obreros de la fábrica textil.
En el caso del porche, además, los paraboloides hiperbólicos permiten crear bóvedas que son a la vez cóncavas y convexas, una fisonomía sorprendente que Gaudí recalcó con trozos triangulares de azulejo que marcan tanto las parábolas curvas como las líneas rectas y que junto con las columnas inclinadas le dan una gran robustez a la estructura. El nivel inferior del porche situado bajo la escalera se conoce como «la gruta» por ser un espacio apartado, oscuro y de paredes toscas y abruptas. Dotado de un banco que recorre la pared.
– Fuente: http://www.slideshare.net/La Colònia Güell (traducido)
Rutas:
Centro de Interpretación de la Colònia Güell
