Al interior de la casa se accede por un vestíbulo, decorado con el mismo estilo y materiales que el resto de la vivienda y que hace las funciones de recibidor, pues al pasar la puerta vidriera que lo cierra, se accede directamente al pasillo. En el pasillo unas puertas que dan acceso a las estancias y al fondo se accede a un distribuidor, enmarcado por unos arcos rebajados y al frente otra puerta vidriera da acceso al comedor, con un techo elegantemente decorado. Desde el comedor se accede a la cocina y al patio exterior.
Desde el distribuidor, a la derecha, arranca la escalera que sube al primer piso, con pilar de inicio y baradilla de hierro forjado, con una claraboya por donde entra la luz y un distribuidor que da acceso a las habitaciones.
El interior de esta casa cuenta con una decoración modernista muy elaborada, con importantes elementos como: los pavimentos hidráulicos de todas las estancias, los arrimaderos de cerámica (desde el vestíbulo hasta el comedor), las puertas vidrieras con los cristales tratados al ácido, los arcos y techos decorados con motivos florales en relieve.
Todo el conjunto alcanza una gran elegancia y armonía, dentro del más puro estilo modernista.