El edificio de la antigua casa Figueras se encuentra en la esquina de la Rambla con la calle Petxina, con el acceso principal por La Rambla. Se trata de un inmueble esquinero de planta cuadrada consistente en planta baja, de uso comercial, y cuatro pisos.
La composición es a base de ejes verticales de aberturas estableciendo un contrapunto de horizontalidad en la fachada de La Rambla mediante el balcón corrido en la planta principal y la imposta que diferencia el nivel del forjado de la última planta. El paramento de fachada es de estuco liso salvo los marcos de las aberturas y la esquinera. La fachada está coronada por una sencilla cornisa bajo la cual están los respiraderos, rectangulares, de la losa de la azotea.
Jaume Figueras i Sagués encargó en 1902 la decoración de su tienda, de fabricación y venta de pastas alimenticias, situada en la esquina de la planta baja, a Antoni Ros i Güell, pintor y escenógrafo, que utilizó el estilo de moda: el modernismo. Junto con el decorador trabajó todo un equipo de artistas formado, entre otros, por el escultor Lambert Escaler, por los vidrieros de la empresa Rigalt, Granell y Cía. y por Mario Maragliano, que se encargó de los mosaicos.
Destaca del conjunto el relieve escultórico de la esquina, en el que se representa una segadora, en alusión a la actividad que se realizaba en la vieja fábrica, obra de Escaler y la profusa decoración de los portales de arco de medio punto y los escaparates, con mosaicos policromados realizados con la técnica del «trencadís», vitrales y hierro forjado, los techos, la carpintería y la imagen de la Purísima, obra del escultor Josep Maria Barnadas.
En 1986 el edificio fue adquirido por la familia Escribà, nisaga de pasteleros de gran tradición, los cuales realizaron una restauración completa del inmueble, respetando incluso la rotulación exterior, referida al antiguo propietario.
El mismo año (1902) y los mismos artistas realizaron las obras de la Sucursal de la Antigua Casa Figueras en la calle Carme, 11.
La mare de Jaume Figueras, MariaSagués i Molins va ser la promotora de la Torre Bellesguard, obra d'Antoni Gaudí.
Gràcies a l'amabilitat del personal i la propietat de la pastisseria Escribà ha estat possible fotografiar i publicar l'interior de la botiga.
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