Narciso Vilahur (procurador de los tribunales y propietario inmobiliario), encarga al maestro de obras Antoni de Facerias i Marimon la reforma y ampliación de una casa preexistente en la calle Canuda, 23 de Barcelona, para destinarla al alquiler.
El edificio se construyó en una parcela muy estrecha y consta de planta baja y cinco plantas piso. La fachada es simétrica, con el portal de vecinos y un comercio en la planta baja y dos aberturas con balcones corridos en los pisos. Culmina el edificio un coronamiento sinuoso.
Destaca la decoración floral en relieve de los dinteles y las jambas de las aberturas, así como el óculo ciego del frontón (con la fecha: 1907) y los laterales de la cornisa. El paramento de estucado amarillo está decorado con esgrafiados vegetales en las cenefas laterales y el frontón del coronamiento.
El vestíbulo es muy estrecho y austero, pues sólo está decorado el techo con unas cenefas de yeso con motivos florales.
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