Pere Salisachs, industrial barcelonés, supuestamente encargó el proyecto al arquitecto Salvador Viñals i Sabaté, aunque la ejecución parece ser que la realizó su hermanastro, también arquitecto, Melcior Viñals i Muñoz.
Edificio de viviendas entre medianeras, de planta baja y cuatro plantas piso, acabado en azotea. Está edificado en una parcela larga y estrecha. La fachada es simétrica, con tres ejes que contienen las aberturas y su composición se centra en una tribuna de piedra situada en el piso principal. Los balcones de esta planta tienen una barandilla de piedra, mientras que el resto tienen barandillas de hierro muy ornamentadas con motivos vegetales. El plano de fachada es de piedra con un tratamiento liso en la planta baja y formando almohadillados el resto. La tradicional composición en tres franjas queda coronada en este caso por el potente alero, que tiene la cara inferior revestida con baldosas cerámicas. En la planta baja la puerta de entrada está colocada tocando la medianera. Es de arco de medio punto y el guardapolvos se enlaza con el de los otros dos arcos de la planta baja. Este guardapolvos es de inspiración rococó y tiene esculpidas la cara de un hombre y una mujer, que la tradición popular atribuye al retrato idealizado del matrimonio Salisachs y está coronado con las iniciales P y S, correspondientes al nombre y apellido del propietario. Las otras dos aberturas están coronadas con un busto femenino representando a la medusa mitológica y con un centro vegetal, respectivamente.
La puerta de entrada es de madera trabajada y reja en la parte superior. En el interior encontramos un interesante vestíbulo resuelto mediante una sucesión de tramos abovedados y muy decorados con relieves de yeso, pinturas murales y esgrafiados. El pavimento es de mosaico romano dividido en tres tramos, obra de Lluís Brú y en el techo observamos una pintura alegórica a las artes plásticas: Arquitectura, Pintura y Escultura, firmada por García de la Casa Saumell i Vilaró. La escalera tiene uno arrimaderos estucados al fuego, esgrafiados verdes con motivos vegetales y los rellanos disponen de una magnífica barandilla de hierro forjado con motivos florales y vegetales con tallos en forma «coup de fouet». En la escalera le dan luz unos grandes ventanales de cristales de colores vivos emplomados, con motivos florales y vegetales, que dan la sensación de asomarse a un jardín eternamente florido. El patio de luces también colabora en la iluminación de la escalera y está decorado con esgrafiados de color verde, en juego con la escalera.
– Fuentes:
. Texto: Ajuntament de Barcelona – Patrimoni Arquitectònic
. Plano: ArquitecturaModernista de Cataluña de R.Lacuesta y A. González – Editorial GG