El cementerio de Sant Andreu fue inaugurado en 1839 y pertenecía a San Andrreu de Palomar, cuando era una villa independiente y formaba parte del llano de Barcelona. Parece que fue la primera población del llano que dispuso de cementerio después de la construcción del de Poblenou.
En 1899 el Ayuntamiento de Barcelona aprueba la primera ampliación de este cementerio, fue una actuación de urgencia con la construcción de 500 nichos. En 1913 se construyó la capilla y en 1919 se hizo la última ampliación que dio como resultado el recinto actual.
En el porche de entrada al cementerio observamos una estatua de San Andrés, obra de Antonio Ramón González de 1957, realizada en alabastro.
En los departamentos 1 y 2 se encuentran las tumbas modernistas, acompañadas de otras neoclásicas, eclécticas, etc.
En la parte antigua se encuentra el recinto hebreo; las tumbas bajo tierra y la vegetación siguen la tradición judía.
Cerca del departamento tercero se alza un monolito con una campana en la parte superior. Dice la tradición que este monolito conmemora el accidente que sufrieron unos soldados y unos bomberos al chocar sus respectivos camiones en un accidente de tráfico.
Fuente:
Cementiris de Barcelona – http://www.cbsa.cat/cementiri-sant-andreu/
A mitjan segle XIX, quan una persona moria havia una dita popular que deia: "s'ha anat a Can Borràs", per la masia en els terrenys de la qual es va construir el cementiri.
En aquest cementiri hi ha les tombes del poeta i dramaturg andreuenc Ignasi Iglesias, la de Marta Giraudier, una noia morta per la bomba de l'atemptat anarquista al teatre del Liceu, i que és la preferida d'un gat del cementiri, la de la núvia del cementiri i la de Francesc Pla, conegut com el santet de Sant Andreu.