En 1877, Josep Vilà i Soler (industrial textil) compró la vieja fábrica de can Felipa y la agrandó, manteniéndose en manos de la familia Vilà hasta su cierre, que tuvo lugar en un siglo, en 1978.
Dentro del complejo de la fábrica se incluían algunos edificios no ligados estrictamente a la producción. Éste es el caso de este conjunto homogéneo, destinado a comedores del personal de la fábrica, alineado a la calle Marià Aguiló y con el frontal hacia el interior de la parcela de la antigua fábrica (actual calle Pallars).
El edificio es de planta rectangular estrecho y muy alargado, con cubierta resuelta por una serie de bóvedas de ladrillo de plano, que quedan reflejadas en el módulo de fachada.
De clara influencia modernista, la composición de las fachadas se basa en una alternancia de pilastras y grandes ventanales con paramentos revestidos con una combinación de estucos de diferentes texturas (desde enlucidos hasta abujardados) que imitan elementos de piedra, y con elementos ornamentales de piedra artificial, entre el que destaca un interesante medallón con el número 17 inscrito en su interior, correspondiente al mismo número de la fachada de la calle Marià Aguiló y el arranque de un arco desaparecido por la apertura de la calle Pallars.
– Fuentes:
. Portal d’informació urbanística – BCN: https://ajuntament.barcelona.cat/informaciourbanistica/cerca/ca/fitxa/3254/–/–/cp/
. Viquipèdia: https://ca.wikipedia.org/wiki/Can_Felipa
Edificio catalogado como Bienes con Elementos de Interès - (C)
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