Al vestíbulo se accede por los arcos de la entrada principal antigua (calle Sant Pere més Alt) o por la actual cafetería (calle del Palau de la Música), consta de una parte interior espaciosa y equilibrada, con suelo de mármol blanco y techo con molduras de cerámica vidriada. Lo que más destaca es la gran escalera doble, flanqueada por dos grandes faroles de metal y cristal sobre zócalos de piedra.
Escalera:
A continuación del vestíbulo, lo primero que se ve es una gran escalera doble hacia el primer piso, la barandilla está ricamente labrada en piedra y con las balaustradas de vidrio, los arrimaderos son de cerámica vidriada y con relieves de flores al igual que la ornamentación de los techos. Dos faroles de vidrio con elementos cerámicos, con sus cuatro globos blancos satélites, enmarcan el espacio sobre el pilar de piedra de la escalera.
En el rellano intermedio, los cierres están completamente cubiertos de vidrio detrás de tres arcos de piedra. Estas aberturas proporcionan una intensa luz a la escalera y al rellano superior, espacio fundamental de este conjunto. La impresionante vista sobre la sala a través de las aberturas horizontales de la modulada estructura de separación, equilibrada con la alta vidriera de entrada a la Sala Millet, es una de las mejores experiencias arquitectónicas del mundo.
Bajo las cinco vueltas del techo, la doble escalera sube en un tramo hasta los dos tercios de su altura y gira luego hacia la Sala, volando dinámicamente, acercándose una a la otra, cada una de sus alas, para encontrarse sobre la entrada de la sala.
Cafetería:
Desde la fachada de la calle Palau de la Música se accede, a través de unos arcos carpaneles, a la cafetería actual que ocupa la superficie que, en origen,
estaba destinada a las dependencias administrativas del Orfeó Català (oficinas, dirección, etc.) y al antiguo café. Desde aquí se puede acceder a la sala de ensayos, al vestíbulo y a las escaleras principales.
Observaciones
Premio Arquitectura Ajuntament de Barcelona
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