Ramón Montaner i Vila encargó la realización de este palacio al arquitecto Josep Domènech i Estapà, situado junto al que ya había construido unos años antes su socio Simón (editorial Montaner y Simón), ocupando ambas edificaciones toda la parte de la calle Mallorca entre las de Roger de Llúria y Pau Claris.
El proyecto fue diseñado en 1889, pero ya comenzadas las obras, surgieron desavenencias con el propietario, que llevó a la ruptura del contrato, cuando ya se había acabado la planta y dos pisos. Se hizo cargo de la continuación de las obras Lluís Domènech i Montaner, pariente del dueño, quien ya había proyectado el edificio de la Editorial.
La tercera planta y la decoración corrieron a su cargo con la ayuda del arquitecto Gallissà., Que ya había colaborado con él anteriormente, en lo que hoy es el Museo de Zoología de Barcelona en el Parc de la Ciutadella.
El muro que rodea la finca, así como las rejas y las puertas metálicas, habían sido diseñadas por Domènech i Estapà.
Toda la parte superior del edificio está decorada con grandes paneles de mosaicos vidriados representando la invención de la imprenta, como un gran friso bajo el alero del tejado, que al llegar bajo el alero de la entrada de la calle Mallorca, se encuentra con un águila esculpida en piedra que tiene a sus lados escudos con la fecha de la finalización del edificio.
El interior está decorado con gran suntuosidad y la escalera principal presenta grandes decoraciones esculpidas en piedra, trabajos de ebanistería, grandes vitrales y esculturas. En esta ocasión también trabajó con su equipo habitual de colaboradores
En 1980 hizo una restauración del arquitecto Marc Carbonell, para la adecuación del edificio como sede de la Delegación del Gobierno Central en Cataluña.
– Fuente: ca.wikipedia.org (traducido)
Observaciones
Aquest edifici està sent utilitzat per les dependèn- cies de la Delegació del Govern Central a Catalunya, però es pot visitar els dissabtes i diumenges al matí. La visita és guiada.
Nota
Si Lluís Domènech i Montaner aixequés el cap i veiés l'ús que es fa del Palau Montaner, que ell va construir, tornaria avergonyit a la seva tomba del cementiri de Sant Gervasi.
