Del vestíbulo de entrada parte una escalinata que conduce a la plaza central de la urbanización, construida entre 1900 y 1903. Está dispuesta simétricamente alrededor de una escultura de salamandra que se ha convertido en el emblema del jardín y de Barcelona. Puede representar la salamandra alquímica, que simboliza el elemento fuego, aunque también se suele interpretar como un dragón, quizá el mitológico Pitón del templo de Delfos.
La escalinata está ubicada entre muros almenados, y tiene tres tramos de once escalones y uno de doce. En su zona central alberga tres fuentes con conjuntos escultóricos, que representan los países catalanes: Cataluña norte, francesa, y Cataluña sur, española. En la primera fuente Gaudí situó un círculo como símbolo del mundo y un compás como símbolo del arquitecto. La segunda fuente contiene el escudo de Cataluña y una serpiente, como alusión a la medicina (o bien representando a la serpiente Nejustán que llevaba Moisés en su cayado), rodeados de flores de eucalipto. En la tercera fuente, el dragón o salamandra representa a la ciudad de Nîmes (presente en el escudo de esta ciudad), lugar donde se crió Güell; sobre esta figura hay una pequeña construcción en forma de trípode, en alusión al utilizado por la pitonisa de Delfos. En el último tramo de la escalinata se sitúa un banco en forma de odeón, situado de forma que le da el sol durante el invierno y la sombra durante el verano.