En el interior de la casa, Domènech somete todas las estancias a una profunda reforma. El arquitecto plantea una distribución funcional y que todas las habitaciones cuenten con ventanas que den al exterior. La casa parte de un pasillo central, que distribuye las estancias en sus laterales. Este modelo se repite de nuevo al resto de plantas del edificio. Entrando en la casa, por la puerta de la riera Buscarons, en la parte derecha está la biblioteca familiar.
Del pasillo de entrada se pasa al vestíbulo de la casa, que se forma a partir de una cubierta de bóveda catalana. Esta estancia cuenta con elementos decorativos singulares como los detalles escultóricos de Arturo Mélida. El arquitecto coloca en el arco de debajo de la escalera del distribuidor una cabeza de león esculpido que Mélida regaló al arquitecto en 1878. En el dintel curvo que separa la entrada de la casa con el distribuidor también se pueden ver las maquetas de yeso de los leones rampantes, del mismo Mélida, que se utilizaron para hacer los grandes leones que custodian la base del monumento al Marqués de Comillas, que se encuentra en la población cántabra.
El vestíbulo se decoró con barandillas de baldosa blanca con detalles ocres y molduras florales. A la izquierda del vestíbulo había también la sala de estar, que recibía el nombre de cuarto de las costureras, donde todos los miembros de Can Domènech hacían vida. La estancia debe su nombre a las mujeres de la familia, que hacían sus labores. En el centro de la estancia hizo construir una chimenea de estilo modernista, con elementos cerámicos florales, detalles de madera y de obra vista y, en la parte superior, integra una representación iconográfica de yeso de los evangelistas Marcos y Lucas, hecha por Pau Gargallo, que sirvió de modelo inicial para realizar la escultura de la fachada exterior del Hospital de Sant Pau. La sala de las costureras comunicaba directamente con la habitación de María Roura, que dormía en la planta baja de la casa, dado los problemas de movilidad que tenía a consecuencia de la enfermedad degenerativa que padecía.En la planta baja, Lluís Domènech también hizo un pequeño aseo, la cocina y el comedor, que es el espacio más noble de todo el edificio. En el comedor hay que destacar la gran chimenea de obra vista. En la parte superior sustenta una prueba del escudo pontificio de la puerta de entrada al recinto de la Universidad de Comillas, obra de Eusebi Arnau. En la pared de la chimenea podemos ver excelentes muestras cerámicas de reflejo metálico que el arquitecto también utilizó, años antes, para revestir tanto el exterior de la iglesia del seminario de Comillas como la portada de entrada al recinto pontificio. Se trata de la representación de los cuatro evangelistas; el ángel de Mateo, el águila de Juan, el toro de Lucas y el león de Marcos. Esta iconografía se combina con cerámicas de policromía amarilla, azul y de reflejos dorados, con otros que reproducen el saludo Ave María y con unos botones semiesféricos dorados con el monograma de Jesucristo. El techo del comedor, contiene elementos de ebanistería vegetal y también florones de las muestras que se utilizaron para el artesonado del vestíbulo de la Universidad de Comillas.Para acceder al primer piso, Domenech decidió construir una escalera típica de las casas de pueblo, introduciendo elementos cerámicos vegetales en la contrahuella de los peldaños. A media escalera se conserva todavía una bonita mirilla de piedra calada y un arco apuntado de obra vista, de influencia mudéjar, que delimita, con una puerta a medio rellano, el espacio diurno del nocturno.En las estancias de esta primera planta, el arquitecto distribuyó cinco cámaras de noche y otro baño. A mano derecha, desde el rellano de la escalera, había la habitación Pere Domènech Roura y Carmen Torres y al lado, la de María Domènech Roura, casada con el impresor José Thomas. En medio de las puertas de las dos habitaciones hay un moldeado de yeso de Eusebi Arnau que representa la Virgen de la Purísima que sirvió para hacer la escultura de uno de los pabellones del Hospital de Sant Pau. La habitación que da a la riera Sant Domènec, con la tribuna haciendo chaflán, la ocupaban Félix Domènech y Augusta Rojo. Y la cámara que da en la riera Buscarons dormían Dolores Domenech y Francisco Guardia. El resto de hijos, Anna María, casada con José Viladevall, y Enrique Domenech, casado con Mercedes Casellas, así como todos los nietos, cuando se instalaban en Canet, dormían en la segunda planta, que tenía seis estancias más, una otra chimenea para calentar la habitación principal y una tercera cuarto de baño decorada, como las otras, con elementos cerámicos florales del modernismo.Domènech resuelve el vestíbulo del primer piso abriéndolo a doble altura, con una galería balcón que rodea toda la segunda planta, que permite que la luz de la luciérnaga del segundo nivel se filtre hacia la primera planta y esta fluya hasta la planta baja por un suelo de pavés. Aparte del sentido funcional, Domènech atribuye también una clara intencionalidad estética; el techo contiene un artesonado de madera con unos canecillos que lo sostienen, idénticos a los utilizados en Comillas. La claraboya central del segundo piso de la casa contiene unos vitrales florales muy similares a los que Domènech diseñó para la escalera de Comillas.Para acceder a la segunda planta, el arquitecto no alargó la escalera sino que, para reducir volumen y ganar más luz, proyectó una pequeña escalera de caracol, hecha de madera, que integra en su baranda un modelo de yeso de una figura femenina de Eusebi Arnau, que hizo para el púlpito de la iglesia del seminario de Comillas, así como también coloca otros detalles menores que también se utilizaron para la decoración de la Universidad pontificia .– Fuente:
Del pasillo de entrada se pasa al vestíbulo de la casa, que se forma a partir de una cubierta de bóveda catalana. Esta estancia cuenta con elementos decorativos singulares como los detalles escultóricos de Arturo Mélida. El arquitecto coloca en el arco de debajo de la escalera del distribuidor una cabeza de león esculpido que Mélida regaló al arquitecto en 1878. En el dintel curvo que separa la entrada de la casa con el distribuidor también se pueden ver las maquetas de yeso de los leones rampantes, del mismo Mélida, que se utilizaron para hacer los grandes leones que custodian la base del monumento al Marqués de Comillas, que se encuentra en la población cántabra.
El vestíbulo se decoró con barandillas de baldosa blanca con detalles ocres y molduras florales. A la izquierda del vestíbulo había también la sala de estar, que recibía el nombre de cuarto de las costureras, donde todos los miembros de Can Domènech hacían vida. La estancia debe su nombre a las mujeres de la familia, que hacían sus labores. En el centro de la estancia hizo construir una chimenea de estilo modernista, con elementos cerámicos florales, detalles de madera y de obra vista y, en la parte superior, integra una representación iconográfica de yeso de los evangelistas Marcos y Lucas, hecha por Pau Gargallo, que sirvió de modelo inicial para realizar la escultura de la fachada exterior del Hospital de Sant Pau. La sala de las costureras comunicaba directamente con la habitación de María Roura, que dormía en la planta baja de la casa, dado los problemas de movilidad que tenía a consecuencia de la enfermedad degenerativa que padecía.En la planta baja, Lluís Domènech también hizo un pequeño aseo, la cocina y el comedor, que es el espacio más noble de todo el edificio. En el comedor hay que destacar la gran chimenea de obra vista. En la parte superior sustenta una prueba del escudo pontificio de la puerta de entrada al recinto de la Universidad de Comillas, obra de Eusebi Arnau. En la pared de la chimenea podemos ver excelentes muestras cerámicas de reflejo metálico que el arquitecto también utilizó, años antes, para revestir tanto el exterior de la iglesia del seminario de Comillas como la portada de entrada al recinto pontificio. Se trata de la representación de los cuatro evangelistas; el ángel de Mateo, el águila de Juan, el toro de Lucas y el león de Marcos. Esta iconografía se combina con cerámicas de policromía amarilla, azul y de reflejos dorados, con otros que reproducen el saludo Ave María y con unos botones semiesféricos dorados con el monograma de Jesucristo. El techo del comedor, contiene elementos de ebanistería vegetal y también florones de las muestras que se utilizaron para el artesonado del vestíbulo de la Universidad de Comillas.Para acceder al primer piso, Domenech decidió construir una escalera típica de las casas de pueblo, introduciendo elementos cerámicos vegetales en la contrahuella de los peldaños. A media escalera se conserva todavía una bonita mirilla de piedra calada y un arco apuntado de obra vista, de influencia mudéjar, que delimita, con una puerta a medio rellano, el espacio diurno del nocturno.En las estancias de esta primera planta, el arquitecto distribuyó cinco cámaras de noche y otro baño. A mano derecha, desde el rellano de la escalera, había la habitación Pere Domènech Roura y Carmen Torres y al lado, la de María Domènech Roura, casada con el impresor José Thomas. En medio de las puertas de las dos habitaciones hay un moldeado de yeso de Eusebi Arnau que representa la Virgen de la Purísima que sirvió para hacer la escultura de uno de los pabellones del Hospital de Sant Pau. La habitación que da a la riera Sant Domènec, con la tribuna haciendo chaflán, la ocupaban Félix Domènech y Augusta Rojo. Y la cámara que da en la riera Buscarons dormían Dolores Domenech y Francisco Guardia. El resto de hijos, Anna María, casada con José Viladevall, y Enrique Domenech, casado con Mercedes Casellas, así como todos los nietos, cuando se instalaban en Canet, dormían en la segunda planta, que tenía seis estancias más, una otra chimenea para calentar la habitación principal y una tercera cuarto de baño decorada, como las otras, con elementos cerámicos florales del modernismo.Domènech resuelve el vestíbulo del primer piso abriéndolo a doble altura, con una galería balcón que rodea toda la segunda planta, que permite que la luz de la luciérnaga del segundo nivel se filtre hacia la primera planta y esta fluya hasta la planta baja por un suelo de pavés. Aparte del sentido funcional, Domènech atribuye también una clara intencionalidad estética; el techo contiene un artesonado de madera con unos canecillos que lo sostienen, idénticos a los utilizados en Comillas. La claraboya central del segundo piso de la casa contiene unos vitrales florales muy similares a los que Domènech diseñó para la escalera de Comillas.Para acceder a la segunda planta, el arquitecto no alargó la escalera sino que, para reducir volumen y ganar más luz, proyectó una pequeña escalera de caracol, hecha de madera, que integra en su baranda un modelo de yeso de una figura femenina de Eusebi Arnau, que hizo para el púlpito de la iglesia del seminario de Comillas, así como también coloca otros detalles menores que también se utilizaron para la decoración de la Universidad pontificia .– Fuente:
Artículo de Carles Sàiz Xiqués, historiador, docente y editor, de la revista El Sot de l’Aubó, num. 35 del año 2011 – Enlace: http://www.raco.cat/index.php/SotAubo/article/view/243423/326357
Rutas:
Ruta Modernista
Ruta modernista en Canet de Mar
Modernismo en el Maresme
Agradecimientos
Gràcies a l'amabilitat i professionalitat del personal de la Casa Museu Lluís Domènech i Montaner, he conegut els detalls del mateix i ha estat possible realitzar les fotografies del seu interior.
Recomano la visita personal al Museu on rebran una acurada atenció i podran apreciar el Museu al complet.
