La casa Roviralta, también conocida como el «Frare Blanc», es un edificio modernista, obra del arquitecto Joan Rubió i Bellver, situado en el barrio Sant Gervasi – La Bonanova de Barcelona.
Previamente la casa era una masia donde se había establecido una comunidad de frailes dominicos, de donde le viene su nombre popular del Fraile Blanco. En 1903 fue adquirida por el indiano Teodor Roviralta, que encargó a Rubió i Bellver convertirla en una torre residencial.
Se trata de un edificio de planta irregular, en la que se definen dos cuerpos diferenciados, uno de planta rectangular encarado al sur y otro de forma trapezoidal, colocado después de la fachada principal, y orientado al este.
Las estancias se desarrollan en cuatro niveles. Empezando por la planta baja, a nivel de calle, donde nos encontramos con lo que eran las cocheras, los trasteros, las bodegas y las despensas. En la planta noble se situaban las cocinas, la sala principal, el fumador, el jardín y la capilla. La planta segunda estaba destinada a las habitaciones de la familia y finalmente en la planta tercera estaban las habitaciones del servicio, los lavaderos y la terraza cubierta.
La restauración duró diez años, hasta 1913. Se conservó la estructura original de la masía pero se cambió totalmente el exterior: las ventanas y puertas, así como la fachada, recibieron un aspecto muy del gusto modernista, y se le añadió una tribuna, una galería, desván y una capilla. El contraste entre el blanco de las paredes y el ladrillo y la cerámica de las aberturas le da un aire muy armonioso y personal. Una gran escalera da acceso al interior donde encontramos vitrales, mosaicos, cerámica, pasamanos, techos y vigas, todo ello ricamente decorado.
Llegenda del rellotge de sol:
“QUANTUMHAEC UMBRA PROCREDITUR / tantum tua vita minuitur”: Com més avança aquesta ombra / tant més s'escurça la teva vida.
Gràcies a la disposició de la direcció i a l'amabilitat del personal de l'Asador de Aranda, ha estat possible fotografiar i publicar l'interior de l'edifici.