Edificios de planta baja, entresuelo y cuatro plantas piso, en dos parcelas muy estrechas, formando una unidad compositiva donde la medianera común ejerce de eje de simetría. Edificios con una sorprendente capacidad decorativa, en los que quizás Raspall ensaya soluciones que después aplicaría en algunos de los teatros que se han perdido e, incluso, en la plaza de toros de «El Sport» de los años 1913-14, como son la mezcla de materiales en fachada, piedra en la planta baja, planta entresuelo y segunda de ladrillo visto, plantas principal, tercera y cuarta esgrafiadas, con unos elementos decorativos en algunas cornisas de cerámica, pero no siempre colocada en la línea de forjado, o las diferentes soluciones de los balcones, sobre todo los de la planta principal, segunda y tercera que recuerdan más los palcos de teatro con los soportes de piedra a diferentes alturas y el macizado realizado de ladrillo estucado, con las partes bajas revestidas de cerámica con formas geométricas y con unas barandillas casi esquemáticas con barrotes metálicos lisos y retorcidos con unas ligeras concesiones a la decoración.
Es interesante destacar también la cuidada solución de la piedra de la planta baja de unos enmarcados con toques vegetales y el singular coronamiento del edificio, donde se mezclan cerámica, ladrillo visto, esgrafiado y elementos metálicos.
– Fuente: Cercador Patrimoni Arquitèctonic-Ajuntament de Barcelona
No se ha encontrado ninguno