Villa Matilde, también conocida como Colegio Montseny, se construyó como casa particular, luego pasó a ser Colegio Mayor y en la actualidad lo utiliza el Centro Alba.
Se trata de un edificio aislado, en un solar bastante grande del que sólo ocupa un tramo reducido, y el resto está destinado a patio y jardín. Consiste en una planta baja, una planta principal y hasta dos plantas piso por encima. En lo alto, hay además, una buhardilla.
La morfología del inmueble se puede describir como un bloque de dos volúmenes diferenciados. El primero, que da a la esquina con las calles Portolà y Claudi Sabadell, es más pequeño y cuenta con planta baja, planta principal y terraza superior. El otro, ya integrado plenamente en el patio y jardín, es más alto y grande en general.
Aunque los volúmenes y alturas de las fachadas son diferentes, todas presentan rasgos decorativos similares y repetitivos. En cada planta hay aberturas donde resalta el uso de ladrillo visto en los dinteles superiores y en los basamentos de cada una. Otras franjas de ladrillo visto se encuentran integradas aleatoriamente en las fachadas y combinadas con amplios espacios de estucado alisado. Los balcones, poco numerosos, tienen el suelo de cerámica vidriada y unas barandillas de hierro forjado con motivos florales. El mismo tipo de cerámica vidriada también la encontramos bajo la cornisa prominente del edificio más bajo, combinado con ménsulas de madera y que en conjunto, dan aspecto de artesonado, mientras que la cornisa del otro módulo es diferente, con tramos estucados decorados con motivos vegetales bicolores. Estos espectaculares esgrafiados son uno de los elementos más destacados de las fachadas. Otros elementos interesantes son la tribuna que mira al jardín, encima de cuatro pilares helicoidales de ladrillo, la gran escalinata que lleva a la entrada elevada desde el jardín y los detalles de forja.
Desde el patio y subiendo una pequeña escalera, accedemos a un recibidor, ya en el interior de la casa. En la parte visitada, es de destacar los pavimentos hidráulicos, la escalera con la cristalera de colores con motivos florales y los detalles de carpintería.
Los jardines, de inspiración modernista, se remontan a principios del siglo XX, cuando Rosa de Portolà, propietaria de los terrenos antiguamente ocupados porviñedos, encargó el diseño de los jardines y la urbanización de las calles. Con la restauración de los jardines se mantuvo la estructura original y los elementos
ornamentales de la época, como la fuente, los bancos y las jardineras.
desde su remodelación, en un oasis para los vecinos del barrio del Putxet por su carácter íntimo y lleno de quietud. El espacio es pequeño, queda recluido, y es
un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza mientras se descansa o se lee. La reforma conservó los mosaicos y los senderos y escaleras que se diseñaron
originalmente. El movimiento vecinal reivindicó el carácter público de este espacio para la ciudad e impidió que se construyeran pisos.
Observaciones
Corre una llegenda urbana, que aquesta casa va pertànyer a la Bella Dorita, vedet de music-hall, en especial d'El Molino, on va triomfar i es va guanyar una gran popularitat. Sembla ser que aquesta casa va ser el regal d'un amant.
Agradecimientos
En l'actualitat, per un conveni amb l'Ajuntament, utilitza les instal·lacions d'aquesta casa el Centre d'Educació Especial L'ALBA. Gràcies a l'amabilitat de la direcció del centre, ha estat possible fotografiar i publicar les dependències de l'entrada.
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